
Bonito Oliva escribía en la cúspide del postmodernismo de los ochenta que ya todo se había pintado, por lo que sólo quedaba revisar los estilos y las corrientes artísticas para deconstruirlas y crear algo nuevo. Escribo esto porque un amigo me recomendó este artículo en donde comparan los diseños de Braun con los de Apple. Las imágenes son contundentes y nos llevan al cuestionamiento sobre la novedad, término que pareciera ser el estandarte de la tecnología y el diseño. Aquí comparo la calculadora Braun de 1977 con la interface del iPhone del 2007.
Lo interesante es saber qué opinan al respecto, es válida esta inspiración, o estamos ante un hecho que se acerca a la copia.
Espero sus comentarios en la encuesta que está del lado derecho de este blog.
Gracias a Errez por el dato.

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