La relación entre la ciencia y el arte es más estrecha de lo que pensamos. Como ejemplo tenemos el trabajo de Glenn Marshall quien logra visuales alucinantes a base de complejas estructuras de programación. La sutileza y sensibilidad de sus imágenes logran que nos transportemos hacia ambientes exquisitos de confort y relajamiento.
Comparto su proyecto titulado Metamorphosis.
jueves, 25 de septiembre de 2008
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