Un caso documentado es el de Riam Dean quien pareciera una estadounidense promedio que bien pudiera ocupar el estereotipo anglosajón, sólo que hay un pequeño detalle, ella posee una prótesis en uno de sus brazos. Al pedir trabajo en una tienda Abercrombie & Fitch en Londres, Riam fue designada para laborar en el almacén ya que su imagen no es la que indica el manual de la marca. Se le obligó a usar en todo momento un suéter que ocultara su brazo, pero cierto día ella se despojó de la prenda y de inmediato fue despedida bajo la justificación de que rompió la póliza de imagen de la compañía.
Es una vergüenza que esto suceda, por fortuna nunca he comprado nada de esa aburrida marca y al enterarme de esto la vetaré de mi guardarropa por siempre.
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