La playa es ese rincón que arrulla nuestras tensiones.
Pero también es la arena de mil batallas; la del que empuja un carrito con paletas, la de los amantes que desfogan su deseo en un rincón, o la del pescador que encuentra en el mar su sustento.
Al final de cuentas el océano es el principio de cualquier viaje, séase este espiritual o el que se emprende un sábado en bicicleta.
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