A riesgo de sonar como todo un hater,
les informo que hoy tuve una revelación.
La famosa y omnipresente manita,
que viene desde los tiempos cuando el César podía decidir quien vive y quien no,
ha evolucionado en un icono que muestra el poder de un canal de comunicación.
Ahora, todos somos César,
todos podemos decidir qué vive y qué no,
pero ese poder carga una paradoja que asfixia.
Hemos derivado en un vacío que trata de asimilar todo por estadísticas.
Pareciese que los likes son directamente proporcionales al grado de aceptación social que se puede obtener.
Esto parece ser la quimera más dulce de la era Facebook,
como tantas otras.
Dudo mucho que obtenga likes por este comentario,
Sólo desarrollo mi sentir en torno a lo simplista que se ha vuelto el mundo digital.
lunes, 21 de noviembre de 2011
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3 comentarios:
Jajaja está buena la metáfora... pero no te claves =P
entonces, regresaste al face??
saludos =)
Te amo, te doy mil likes :)
awww <3 Que bueno que tengas una mujer que te quiere tanto y te apoya =)
Y si, lo digo yo
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