sábado, 3 de octubre de 2009

Por fin

Después de años de estar encerrado en la desmemoria ayer me lo propuse y obtuve mi primer resultado, vago pero es un progreso.
Recuerdo que en mi sueño deambulaba por una barriada de Buenos Aires, caminaba por un edificio de largos pasillos oscuros en donde se acumulaban vidrieras que exhibían terribles guisos. No era mi propósito comer esos platillos putrefactos, pero pareciera que estaba en busca de algo... o alguien.
Y sin darme cuenta me topé con ella, más bien ella me encontró a mi, era una sexagenaria impecable y con una exquisitez notable. Su cuerpo no ocultaba su experiencia en la vida, sin embargo expresaba una belleza natural, alargada y única. Poseía un rostro con líneas suavemente afiladas pero violentas, su pelo blanco emanaba una sensualidad inquietante e inusual. No recuerdo su vestuario pero tengo la impresión que tenía el propósito de acentuar su extrovertida personalidad. Sin más comenzamos a caminar y al instante toda la podredumbre se esfumó, quedamos solos en medio de la nada y nos abandonamos en una plática incoherente.
De ésta sólo recuerdo que me dijo con voz severa: "ustedes dos son bien diferentes, en todo comenzando por lo físico".
Aún no se a quien se refería ni comprendo por qué se preocupaba tanto en que yo lo supiera.

No hay comentarios: